Es urgente implementar el protocolo de detección de casos de pobreza energética en el Cuerpo de Bomberos de la Generalitat

14 de enero 2019

La Alianza contra la Pobreza Energética hemos pedido reunión con urgencia al Consejero de Interior Miquel Buch y al Secretario general de Interior, Brauli Duart i Llinares con motivo de los incendios que tuvieron lugar la semana pasada en las localidades de Badalona y Manresa. Estos incendios tienen una relación directa con situaciones de pobreza energética y es urgente que la Generalitat actúe para evitarlas.

Hace casi dos años, en febrero de 2017, la APE y un colectivo de bomberos presentamos una propuesta de implementación de un protocolo que ayudara en el diagnóstico de la pobreza energética a partir de los informes que podían realizar los Cuerpos de bomberos, tanto de Barcelona como de la Generalitat, en sus intervenciones. Se mantuvieron reuniones con la Regidora de Derechos Sociales del Ayuntamiento de Barcelona y Bomberos de Barcelona, así como con el Consejero de Interior, en ese momento Jordi Jané, y Bomberos de la Generalitat. Ambas administraciones se comprometieron a implementar el protocolo, pero casi dos años después la Generalitat no ha hecho efectivo su compromiso. En su momento el Departamento de Interior llegó a hacer un vídeo formativo y a desarrollar una prueba piloto en cuatro parques de bomberos, pero la implementación definitiva nunca se llegó a hacer.

El objetivo del protocolo es doble. Por un lado, aprovechar “la observación privilegiada” que tienen los bomberos en sus intervenciones -no solo en los incendios-, y a través de unos indicadores muy sencillos poder detectar si en el hogar donde actúan puede haber una situación de pobreza energética, para derivarlo a servicios sociales. Y por el otro, poder cuantificar cuáles son las víctimas de la pobreza energética y poner atención sobre esta problemática. Los incendios de las últimas semanas no son desgraciadamente casos aislados; los bomberos llevan años denunciando la relación directa entre incendios con víctimas mortales y situaciones de vulnerabilidad y la importancia de poder cuantificarlo para visibilizarlo y plantear soluciones.

Por otra parte, la tarea de detección de este protocolo es imprescindible y necesaria, como demuestran los resultados de Barcelona que, desde marzo de 2017 y hasta octubre de 2018, han detectado 741 familias en la ciudad con indicios de pobreza energética.

Por este motivo, hemos solicitado reunión de urgencia, tanto con el Consejero como con el Secretario de Interior, para poner manos a la obra al protocolo y tratar de evitar que situaciones como las vividas la semana pasada se puedan volver a repetir. ¡No podemos permitir que teniendo las herramientas la Generalitat no tenga la voluntad de llevarlas a cabo!

¡No queremos más muertes por pobreza energética!