En una intervención ante su cúpula directiva, hemos denunciado las graves vulneraciones por parte la compañía hacia los derechos de las familias en situación de vulnerabilidad

Madrid, 12 de abril de 2019

Tal y como hicimos con Naturgy el pasado 5 de marzo, hoy la Alianza contra la Pobreza Energética (APE) hemos conseguido participar y trasladar nuestras demandas a la Junta General de Accionistas de Endesa 2019, celebrada en el Hotel Marriott Auditorium de Madrid. Ante su Consejo de Administración, liderado por su presidente Borja Prado, y centenares de accionistas, hemos aprovechado el turno abierto de palabra para denunciar la nefasta actuación de la compañía en relación a la problemática de la pobreza energética.

Durante los cinco minutos de intervención, nuestra portavoz, Maria Campuzano, ha ido enumerando las principales vergüenzas de la empresa energética, mientras iba compartiendo casos reales de compañeras que han pasado por nuestras asambleas. Primero, ha denunciado el trato que las personas en situación de vulnerabilidad reciben por parte de Endesa. Retomando nuestra campaña contra el acoso, hemos denunciado como empresas de recobro y despachos de abogados contratados por la compañía generan grandes dosis de angustia a las familias con deudas pendientes a través de cartas confusas y constantes llamadas telefónicas, actuaciones que ya han sido rechazadas por el Síndic de Greuges de Cataluña.

En segundo lugar, hemos exigido a la empresa el cumplimiento íntegro de la Ley 24/2015, no solo erradicando por completo los cortes a hogares vulnerables, sino también firmando los necesarios convenios con la Generalitat para sufragar las facturas impagadas y las deudas contraídas hasta día de hoy. En relación con estas deudas, y tal y como también reclamamos a la Junta de Accionistas de Naturgy, le hemos recordado a la cúpula directiva que la única salida viable para estas familias es su condonación. El fraccionamiento ha demostrado ser totalmente inútil y es imprescindible que todas ellas puedan empezar de nuevo sin pesadas mochilas sobre la espalda en forma de deuda.

Posteriormente, ha sido el momento de denunciar las trabas que Endesa pone a sus clientas a la hora de acogerse a los descuentos ofrecidos por el bono social. Con la tasa de solicitudes rechazadas más alta entre las empresas del oligopolio, hemos reclamado que la compañía no siga poniendo palos en las ruedas a las familias en situación de vulnerabilidad que buscan acogerse en el mecanismo.

Finalmente, hemos puesto sobre la mesa la grave vulneración de derechos que supone que personas que por necesidad se encuentran ocupando una vivienda en precario no puedan acceder a un contador y se vean abocadas a pinchar la luz. Esta situación no solo representa un riesgo para la seguridad de las vecinas, sino sobre todo una muestra de la extrema precariedad con la que tienen que vivir y tendría una fácil solución con la instalación de contadores sociales de carácter provisional.

Como respuesta a todas estas cuestiones, el presidente Borja Prado, en una vergonzante intervención de menos de un minuto y medio, se ha limitado a explicar las supuestas bondades de los convenios que se han firmado hasta hoy, sin entrar a valorar el caso de Cataluña, a pesar de que es la Administración quien asume todas las facturas impagadas; y a rechazar la instalación de los contadores sociales, amparándose en una teórica legislación que no ha sido capaz de citar. Por otro lado, ha obviado por completo el tema del acoso. Con esta respuesta, una vez más hemos sido testigos del nulo compromiso de Endesa con la pobreza energética y las familias en situación de vulnerabilidad.

La Junta de hoy ha sido especialmente tensa, con la protesta de muchas trabajadoras de la empresa que se han concentrado ante las puertas del hotel, coincidiendo con la primera jornada de huelga general de su historia. Algunas de ellas también se encontraban dentro del auditorio y han dedicado constantes silbatos y abucheos a los discursos del presidente y el consejero delegado. Las representantes de los principales sindicatos han convocado esta movilización como medida de presión en la negociación de un nuevo convenio colectivo, que lleva parada más de dos años. Durante el turno abierto de palabras, han intervenido representantes sindicales y extrabajadoras, que han criticado duramente el trato de Endesa a su personal, especialmente las jubiladas; así como otras entidades del ámbito ecologista evidenciando la responsabilidad de la empresa -la más contaminante del Estado español- en el cambio climático.

Por otro lado, el encuentro también ha servido para aprobar los resultados de la compañía, que el 2018 tuvo unos beneficios antes de impuestos (EBITDA) de 3.627 millones de euros y un beneficio neto ordinario de 1.511 millones de euros, una cifra absolutamente escandalosa que evidencia el enorme poder que sigue ostentado dentro del sector energético. Observando estos datos, es imprescindible seguir pidiendo responsabilidades a las integrantes del oligopolio en la erradicación total de la pobreza energética. Más teniendo en cuenta el anuncio de despedida del presidente Borja Prado, después de diez años al frente de la compañía, y que se embolsará una indemnización mínima de 12 millones de euros, contrastando con las penurias que tienen que pasar muchas familias para hacer frente a sus facturas.

Desde el APE vemos este tipo de Juntas de Accionistas como una oportunidad para hacer ver a los dirigentes de las principales energéticas los efectos reales de sus políticas y la nula responsabilidad hacia los hogares en situación de vulnerabilidad. Paralelamente, a la misma hora en que se celebraba el encuentro, otro grupo de integrantes del colectivo hemos realizado una acción de denuncia ante las oficinas comerciales de la compañía en Barcelona. Desde donde haga falta, seguiremos levantando la voz para defender los derechos de todas y luchando por un mundo SIN SED, FRÍO, NI OSCURIDAD!