Valoración del informe sobre pobreza energética presentado por el Ayuntamiento de Barcelona
El Ayuntamiento de Barcelona, ha presentado un informe con indicadores de pobreza energética en el ámbito municipal. Vemos muy importante la diagnosis para poner sobre la mesa, un problema real que sufren 170.000 personas en la ciudad.
Destacamos la relación que se ha hecho entre la inseguridad residencial y la carencia de acceso a los suministros básicos, resaltando que las personas que viven en una vivienda de alquiler están en una situación de mayor vulnerabilidad que las que están en piso de propiedad.
Un dato preocupante del informe, es el que deja constancia de un 52% de hogares con la luz contratada en el mercado libre, una práctica engañosa de las compañías, que sólo hace que el usuario pague más a la factura, también provoca que llegado el momento no puedes acceder a ningún tipo de ayuda, como el bono social, para poder pagar el importe.
El colectivo más afectado por pobreza energética son las mujeres, agentes de cambio a escala doméstica, siendo el 70% de las que acuden a los PAE (Puntos de atención energética) en busca de asesoramiento y soluciones.
Un 9% de la población en Barcelona sufre pobreza energética. A pesar de haber atendido a unas 23.000 personas, todavía queda mucho trabajo por parte del Ayuntamiento para llegar a las 150.000 restante. Más allá de las diversas campañas comunicativas que se han llevado a cabo para informar a la ciudadanía, hay que reforzar el trabajo en los barrios para llegar a todas las familias.
Hemos echado de menos cualquier tipo referencia a las familias que, por necesidad, están en pisos recuperados y obligadas a tener los suministros de manera irregular, ante la negativa de las compañías a poner los contadores. Hace falta que el Ayuntamiento visibilice el problema y presione a las empresas para solucionarlo.
Valoramos los avances realizados por el ayuntamiento, a la hora de garantizar un derecho tan básico a las personas, pero queda mucho camino por delante y desde APE, estaremos atentas y vigilantes hasta que nadie sufra ni sed, ni frío, ni oscuridad.