[Comunicado] La Alianza contra la Pobreza Energética pone en cuarentena a Naturgy porque sus prácticas son perjudiciales para la salud
La APE, asociaciones vecinales y movimientos sociales precintan la sede central de la empresa en Cataluña
Barcelona, 27 de febrero de 2019
La Alianza contra la Pobreza Energética y diferentes entidades y plataformas de la sociedad civil ponen en cuarentena la sede central de Naturgy en Barcelona, en la Plaza del Gas, para denunciar las prácticas de la empresa y su impacto en la salud de las personas. La actividad de la empresa es tóxica para la ciudadanía, especialmente para aquellas personas y familias que se encuentran en situación de vulnerabilidad, no solo en cuanto a la salud física sino también a nivel psicológico. La salud no es solo la ausencia de enfermedad, sino un estado de bienestar y justicia social que permita una vida digna y acceder a los recursos necesarios para mantenerla.
Las entidades, que se han convocado esta mañana ante las oficinas, denuncian las prácticas abusivas de la empresa y el acoso que reciben las familias que acumulan una deuda con esta compañía. Organismos como el Síndic de Greuges o la Agencia de Salud Pública ya han estudiado y denunciado los impactos en la salud de no tener garantizados los servicios básicos, o de cómo afecta el acoso y la angustia por la deuda acumulada en la vida de las personas, especialmente en los colectivos más vulnerables y vulnerabilizados (niños y adolescentes, personas mayores, personas con discapacidad, familias monomarentales, etc.).
La salud de las personas afectadas por la pobreza energética se ve agravada por los problemas económicos o incluso jurídicos para acceder a suministros básicos, ya que las empresas llegan a judicializar algunos casos. A esto se asocia un mal estado de salud físico y mental, siendo la salud mental la que se ve más afectada en estos procesos. Concretamente en el caso de las 7 familias de la APE que acumulan una deuda con Naturgy, y que llevan más de un año y medio esperando a que esta les pueda ser condonada, han vivido en carne propia el acoso por parte de esta empresa, tanto por carta como telefónicamente. La deuda y la angustia por no poder pagar, además, viene de largo. Antes de la aprobación de la Ley 24/2015 ya sufrían esta situación, y además estaban expuestas a los cortes, que Naturgy no paró hasta la muerte de Rosa de Reus. Algunas de las personas que reclaman la condonación de la deuda a Naturgy sufrieron un corte de luz por parte de esta compañía. Algunas de las afectadas explican también cómo no pueden dormir por la angustia, o cómo han disminuido el gasto en otras necesidades básicas para poder pagar los suministros. También encontramos personas que han dejado de poner la calefacción en invierno, por temor a que la factura suba demasiado. En definitiva, una situación que no es saludable, y que es fruto de los abusos de las compañías del Oligopolio, a quienes hay que parar los pies de una vez por todas, y exigir responsabilidades.
Esta vez la APE hace esta llamada junto con entidades como la Federació d’Associacions de Veïns de Barcelona (FAVB), la Confederació d’Associacions de Veïns de Catalunya (CONFAVC), la Assemblea de treballadors i treballadores en atur, el Sindicat de Llogateres, las Kellys, la Xarxa per la sobirania energètica (Xse), el Observatori del deute en la Globalitzacó (ODG), entre otras. Cada una de estas entidades y movimientos representa la afectación concreta de este modelo energético sobre las personas y colectivos que sufren los impactos. Empresas como Naturgy, Endesa, Iberdrola, EDP o Viesgo han sido multadas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) en varias ocasiones, así como por la Agencia Catalana de Consumo. Unas multas motivadas entre otras cosas porque estas empresas se saltan la ley en materia de regulación de precios, en las condiciones de contratación y las prácticas de venta puerta a puerta, en el cumplimiento de la Ley 24/2015, y a la vez presentan innumerables recursos para no asumir ni un euro de la pobreza energética (Naturgy ha sido una de las empresas que ha impugnado por tercera vez el pago del bono social y ha recurrido todas las multas que ha interpuesto la Agencia Catalana de Consumo por incumplimiento de la Ley 24/2015). Estas ilegalidades tienen un impacto directo en la vida y la salud de la gente, tanto por las acciones concretas como el acoso o el abuso contractual, como por el mismo funcionamiento del sistema. Y esto no solo afecta a las personas en situación de pobreza energética, ya que los precios son abusivos e injustos, y en el término fijo de nuestras facturas hay cosas que ni podemos ni queremos pagar. No podemos
olvidar tampoco que hay fracasos a la hora de planificar infraestructuras energéticas que no necesitamos y que estamos pagando, y mientras tanto una gran parte de la ciudadanía sigue haciendo cuentas para ver si llega a final de mes. Sumando los suministros y el alquiler, ¿cómo se puede sobrevivir dignamente?
Es por ello que hoy ponemos a Naturgy en cuarentena. Se trata de un caso paradigmático de empresa que perjudica seriamente la salud de las personas, y que concretamente en el caso de las deudas acumuladas ‒el mayor problema de las familias en situación de vulnerabilidad ahora que las compañías han dejado de cortar‒ ha mostrado que no tiene ningún tipo de sensibilidad y que no piensa mover ni un solo dedo.
Con la acción de hoy y la continuación de la campaña #CondonaciónDeDeuda nos reafirmamos en las acciones semanales de denuncia que hemos llevado a cabo durante los últimos meses. Mientras Naturgy no deja de aumentar sus beneficios, tiene la irresponsabilidad de insistir en que estas deudas las pague Servicios Sociales, o que acudan a la Cruz Roja para ver a qué ayudas pueden optar. Se quitan de encima toda responsabilidad, y no solo eso, sino que para Naturgy es la receta perfecta para poder cobrar, a cualquier precio. Sabemos que los recursos de la Administración son limitados y que muchas familias cuando reciben una ayuda pueden perder otras. Lo más grave, además, es que ahora Naturgy está acosando a las familias con llamadas insistentes para que Servicios Sociales o la Cruz Roja asuman estas deudas.
Sabemos, sin embargo, que la solución es la condonación de estas deudas, y acabar de una vez por todas con la impunidad de estas empresas que tienen el incomprensible privilegio de gestionar derechos básicos. No nos detendremos hasta que Naturgy deje de vulnerar nuestros derechos y asuma su responsabilidad. Empezar por condonar la deuda de las 7 familias que llevan más de un año y medio angustiadas por su caso sería un gesto que a la empresa solo le representaría un 0’0003% de sus beneficios. Mientras esto no ocurra, seguiremos señalándolos como culpables de la pobreza energética y de dañar la salud de la gente.
¡NI SED, NI FRÍO, NI OSCURIDAD!